Todos sabemos la historia de los primeros ordenadores que Steve Jobs potenció de la mano de Apple, el Lisa y los Macintosh. Pero poco se sabe sobre los detalles de esa transición de un tipo de ordenador a otro, y un nuevo documental elaborado por el equipo de The Verge esclarece algunas cosas.
Resulta que hay un montón de unidades de Apple Lisa enterrados en un vertedero desde hace años. Y este hecho no es producto de una ida de olla de Steve Jobs: hay más implicados en lo que fue un intento de resucitar ese ordenador una vez fue repudiado por el cofundador de Apple.
"La basura de un hombre puede ser el tesoro de otro"
El documental, que puedes ver gratuitamente en YouTube y que dura media hora, muestra cómo Jobs aparcó su Lisa abruptamente tentando al mercado con algo que todavía iba a ser mejor: el Macintosh. Y estaba tan entusiasmado que quería "enterrar" el Lisa para favorecer el ordenador del que aún hay rastros en los modelos actuales. Curiosamente, acabó enterrado literalmente.
Todo fue por Bob, un vendedor especializado en Apple que buscó en los Lisa algo de negocio viendo que las cosas no le iban muy bien. Empezó comprando todos los Apple III que a Apple le sobraban en sus almacenes después de que la compañía dejase de venderlos. Bob los vendía con un buen descuento por ser modelos antiguos, y Apple le dejaba pagarlos mes a mes. Eran unos 3.500 ordenadores, nada menos.
La estrategia fue bien, así que Apple contactó con Bob de nuevo para que les ayudara a "librarse" de las 7.000 unidades de los Lisa que tenía acumulando polvo en sus almacenes una vez Steve Jobs dejó de promocionarlos. Aquí ya hubo más problemas: en varias unidades faltaban componentes y había fallos en otros, de modo que la estrategia de venta tuvo que afinarse mucho más que con los Apple III.
Bob instaló un sistema operativo alternativo que emulaba el de los Macintosh, y dotó a los Lisa de más opciones de expansión para que ganaran algo de atractivo en el mercado de ese entonces. Se gastó más de 200.000 dólares en la iniciativa, pero de nuevo la jugada le salió bien. Por su parte, Apple se alegraba de que los usuarios de los Lisa siguieran teniendo soporte, aunque no fuera oficial.
"La segunda muerte de Lisa"
Pero todo cambió en 1989. De repente, Apple quería que Bob devolviese todos los Lisa. Nadie podía enfrentarse al poderoso equipo legal de los de Cupertino, así que al poco llegó un camión que empezó a llevarse todas las unidades de esos Lisa. ¿Hacia dónde? Hacia el vertedero de Logan City, donde fueron enterrados.
Los operarios del vertedero estaban tan sorprendidos por estar "destruyendo miles de ordenadores" que incluso llamaron a la prensa. Bob y sus socios acudieron al vertedero para ver qué ocurría, y vieron cómo se vertían todos los ordenadores en un agujero. Incluso había agentes contratados por Apple para evitar que todo fuera lo más discreto posible. Para Bob, fue el día de la segunda muerte de Lisa.
Apple se ha negado a Verge comentar el asunto, pero la prensa de la época recogía declaraciones en las que la compañía decía que simplemente era "mejor a nivel empresarial". Para Bob, Apple solamente quería deshacerse de un ordenador que finalmente terminó considerando un fracaso, o simplemente había buenas deducciones fiscales si se deshacía de los ordenadores.
No creo que sepamos nada más sobre el asunto, pero no deja de ser interesante: alguien confiaba más en los Lisa que el propio Steve Jobs, y gracias a eso tuvieron una segunda vida. Breve, antes de que Apple decidiera deshacerse de todo a cualquier coste.
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