Cada vez que aparece un Macintosh que todavía funciona, cada vez que alguien abre un armario y dentro se esconde un iPhone que no sabía que tenía o que había dado por perdido, es el momento de aprovecharlo. ¿Cómo? O buscándole un nuevo hogar o simplemente hablando con un tasador para saber qué pellizco puedes sacarle a esa reliquia congelada en el tiempo. Y, para estos casos, siempre hay un hombre al que acudir.
De hecho, cuando ya no quedan ratones, primeros iMac, iPhones y demás, afloran dos tendencias entre las subastas actuales: la primera relacionada con los premios honoríficos de Apple y la segunda con la memorabilia. Desde chapas a chándales pasando por calendarios originales de alguna oficia de Apple. Como cualquier otro coleccionismo, la necesidad de poseer productos de Apple del pasado tiene algo de romántico.
Hay un hombre que ha tocado todos los productos de Apple
Y ese hombre es Darren Julien: Darren Julien es el fundador y presidente de una larga dinastía de empresarios, "apasionado en todo lo relacionado con la cultura pop y la música contemporánea". Junto al cofundador Martin J. Nolan, Julien ha dado forma a una de las casas de subastas más populares del planeta. Por sus salas de audiencias han pasado artilugios de personalidades como Marilyn Monroe, Mohammed Ali, John Lennon, Lady Gaga, Michael Jackson, Elvis Presley, Frank Sinatra y, cómo no, creaciones del equipo de Steve Jobs.
Con sede en Beverly Hills, California, ya hace veinte años que esta empresa compra y subasta desde ropa hasta iPods, desde cartas de Amy Winehouse a guitarras de Fleetwood Mac. Y con casi 500 productos de Apple subastado —con un récord único, un Apple LISA 1 prácticamente nuevo—, este es el único lugar donde puedes encontrar, por ejemplo, las habituales placas metálicas conmemorativas.
Por si no lo sabes, cuando un empleado cumple una década en Apple, la compañía le otorga un producto de auténtico lujo, una placa minimal y muy elegante. Muchos de estos premios honoríficos se han vendido por 2.000, 3.000 y hasta 50.000 dólares, dependiendo del rol a quien esté atribuida.
Pero más alucinante es, por ejemplo, la colección de iPods que ha pasado por las manos de Darren Julien. El reproductor de música de la marca es uno de los objetos de colección más preciados. Y un buen coleccionista que se precie ha de tenerlos todos, incluso la primera edición de 2001 con uno de los mejores DAC del mercado. Desde este link puede acceder formalmente a las subastas de todos los iPhones y Macs a la venta. Si te sobra algo de cash puedes probar a hacerte con algunos de estos fragmentos de historia.
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